martes, 1 de mayo de 2012

tito, Siempre lo ha tenido claro

Siempre lo ha tenido claro
Los antecedentes en el banquillo.
El presidente y dos jugadores del Palafrugell que entrenó Tito coinciden en señalar las buenas cualidades del futuro entrenador del Barça
Hace ocho años de la última vez que Tito Vilanova se sentó en un banquillo como primer entrenador.
Era tercera división, con el Palafruguell, un equipo que aquella temporada bajó de categoría.
"Él no tuvo la culpa, ni mucho menos.
Cogió el equipo después de una primera vuelta horrorosa y nos quedamos a un punto de la salvación ", aclara Erundina Álvarez, que entonces era el presidente del club ampurdanés.
"Soy grande y pierdo la memoria, pero creo que quien recomendó su fichaje fue Domènec Torrent, hoy uno de los scouters del Barça".
"Estoy muy orgulloso de cómo le han ido las cosas.
Ahora me pregunto: ¿tan sabio era? ".

De la etapa de Tito en Palafrugell ya hace ocho años, pero la idea sigue siendo la misma.
"Lo tenía muy claro. Creía e hizo que el grupo creyera ", asegura Sergi Luis Cruz, Sepu, uno de los jugadores que Tito entrenó en aquel equipo.
"Ibas a cada entrenamiento con ilusión porque nos lo pasábamos bien.
Entendía lo que necesitábamos ".
"Cambió los entrenamientos. Hicimos rondos, trabajamos las posesiones y también la estrategia ", comenta Juan Bayona, el portero del Palafrugell de Tito.
"Se nos ganó, a pesar de ser muy serio. Hablaba mucho con todos nosotros, individualmente".


En el despacho
Después de aquella experiencia, siguió en el Empordà, pero para hacer de secretario técnico en el Figueres.
"He trabajado con muchísima gente pero nunca tan a gusto como con Tito.
Tenemos las mismas ideas y es una persona que sabe escuchar, abierta y dialogante.
"Quien habla así es Josep Marí Gonzalvo, el técnico que Vilanova eligió para llevar adelante ese proyecto.
"Nos conocíamos hacía tiempo. Él estaba en el cadete del Barça y yo entrenaba al filial.
Cuando llegó al Figueres pensó en mí. Le estaré siempre agradecido".

También con palabras de elogio expresa José Delgado, uno de los entrenadores ayudantes con quien Tito Vilanova trabajó cuando fue secretario técnico del Terrassa (el primer entrenador era Jordi Vinyals).
"Era muy exigente, en todos los sentidos.
Ordenó la secretaría técnica, la actualizó.
El Terrassa creció mucho con él ".
Delgado confiesa también que viendo el Barça de las últimas temporadas le vienen a la cabeza las conversaciones que tuvo con Tito Vilanova en aquellos días y asegura que el sucesor de Guardiola "va de cara, dice las cosas tal como son, transmite credibilidad" y que "tenía muy claro, sobre todo, cómo se debe entrenar su manera de jugar."
Un banquillo conocido
A pesar de haber hecho en momentos puntuales, Tito Vilanova ya sabe lo que es dirigir el primer equipo sin la presencia de Pep Guardiola a su lado, situación que se ha producido tres veces, después de las expulsiones del de Santpedor.
El estreno llegó en los cuartos de final de la primera liga de campeones, contra el Bayern de Múnich.
En la ida, Guardiola fue expulsado por Howard Webb en el minuto 10 por protestar con reiteración un claro penalti sobre Messi.
Tito Vilanova, pues, pasó a ser el primer entrenador el resto del partido y también en la vuelta, en la que, además, hizo la rueda de prensa posterior al 1-1 en el Allianz Arena.

La siguiente expulsión de Guardiola no tardaría en llegar, ya que fue en la penúltima jornada de liga de aquel curso, contra el Osasuna, justo antes de la final de Roma, en la que Rubinos Pérez mostró una tarjeta roja injusta al debutante Marc Muniesa, una decisión que encendió el Camp Nou y Guardiola, que también fue expulsado.
Así pues, Tito Vilanova volvió a dirigir al equipo, en Riazor, en la jornada que cerraba la histórica temporada del triplete.
Su última experiencia fue el curso siguiente, después de la famosa expulsión de Guardiola en Almería, donde el técnico, según Clos Gómez, se dirigió a él a través del micrófono del auxiliar diciéndole: "Lo silbas todo al revés. No te enteras de nada.
"En la jornada siguiente, en que el Barça recibía al Valencia, Tito dirigió al equipo, mientras que Guardiola tuvo que seguir el partido desde la grada.
Aparte de estas tres ocasiones puntuales, Vilanova también tuvo que asumir, en dos partidos, tareas propias del primer entrenador, excepto en el caso de Karanka, como atender a los medios.

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