jueves, 29 de marzo de 2012

Comités sin autoridad

Comités sin autoridad

El Barça ha recortado de golpe cuatro puntos al Real Madrid. A la mayoría nos parecía anormal los diez que separaban a los dos grandes.
Lo que pasa es que los resultados reflejan lo que señala el marcador al final de los partidos: victoria, empate y derrota.
Sin tener en cuenta qué equipo ha sido mejor, cuál ha sido el gol más bonito, qué equipo ha defendido, ha atacado o ha dado más patadas.
Ni tampoco las decisiones arbitrales. Y esto del fútbol es tan popular porque nadie, insisto nadie, tiene el control absoluto de lo que va a pasar en un partido. Y mucho menos en un campeonato tan largo.
Por todo ello, hace muy poco la diferencia de 10 parecía no responder al potencial de merengues y culés. Llegaron Málaga y Villareal, y a falta de pocos minutos, cuatro puntos desaparecen por medio de dos tiros de falta.
Desde una posición muy parecida, el balón entra por el mismo lado de la portería, uno arriba y otro abajo. Y ya está.
¿Algún guionista podía prever estos acontecimientos?
Por lógica, nadie. Así es este deporte y el Barça no ha dejado de intentar ganar todos sus partidos, sea cual sea la situación en la tabla. Es lo correcto, lo profesional.

Todo esto es lo normal. Lo que no es comprensible es la reacción de un grupo profesional en el partido de Villareal.
La tensión que producen las órdenes del banquillo de Mourinho no ayudan a tranquilizar, llega un momento que los jugadores pierden concentración y hasta un hombre tranquilo como Özil se mofa del colegiado.
Expulsiones, sanciones, aplicación miserable del reglamento y apaños por todos lados.
Es lo que denunció con ironía y habilidad Guardiola en Mallorca.
“Los árbitros y el Comité de Competición no se han hecho respetar y ahora todo es demasiado sospechoso”, es como explicó los desaguisados que está viviendo la que dicen ser la mejor liga del mundo. Será la mejor, pero está manipulada y zarandeada por todos lados.
En realidad todo esto no es nuevo, ni de este año ni de otras épocas. La pregunta es si en la actualidad, los mismos que mandan desde hace 20 años en la competición -Villar, Sanchez Armiño, e incluso los que ponen las sanciones- pueden pretender que las cosas no sean siempre iguales.

Los clubs sólo atienden a esta situación cuando están perjudicados.
Creo que ha llegado el momento en el que estas entidades tienen que plantearse una reorganización a fondo del asunto arbitral, del modo de designación, clave en muchos partidos, del Comité de Competición.
En definitiva en lo que es la base de cualquier competición. La Liga de Fútbol Profesional, que tendría que ser el órgano defensor de los clubs a todo nivel, económico, marketing, derechos televisivos, y también contrapeso a la Federación, es la que tiene que dar un paso adelante.
Si no es así, todo seguirá igual: árbitros bajo sospecha, los comités marioneta y la Federación mirando a otro lado. Las palabras de Guardiola, que normalmente no se mete en estas cuestiones, deben servir para que el Barça encabece este planteamiento de cambio estructural.
Si no se hace, todo seguirá igual. Unos campando sin respetar a nadie. Y el resto sufriendo las consecuencias. Hecho esto, no nos podremos quejar de los 'villareales' que pasen en el futuro. Mientras, lo que queda de Liga será apasionante. Junto a los partidos de Champions, que hacen que todo sea más impredecible.
Es el fútbol en su versión más genuina. Todo es posible.

Keirrison se marcha del Barcelona

El fútbol no para. Tras Japón, Rusia, Emiratos Árabes, con Qatar al frente, ahora aparecen los chinos.
Ya dijimos que Anelka está cobrando 11 millones de euros en Shangai.
Ahora por Lucas Barrios, el que pretendía el Espanyol el último verano, han pagado 12 millones de euros de traspaso y 8 al jugador.
Y así va a seguir la escalada. Mientras, el Barça se ha deshecho, casi a la chita callando, de Keirrison. Empezó en el Coritiba.
De allí unos espabilados lo llevaron al Palmeiras para aumentar su cotización. Y allí lo 'descubrió' el Barça que pagó 14 millones.
Nunca se le presentó al socio. Varias cesiones-fracaso. Y ahora vuelve al Coritiba. Ah, ¿de Henrique se sabe algo?

Hito histórico, reconocimiento minúsculo

Esto de ponerse al frente como mayor goleador de un club como el Barça es un hecho relevante.
Pep así lo entendió cuando dijo hace semanas que había que hacer una gran fiesta. En la práctica, en el momento, sólo se vio un 'Enhorabona Leo' en el marcador.
Me parece que podría haberse dado más relieve.
No sólo para el jugador sino para todo el barcelonismo que está gozoso con todo lo que está viviendo.
Si no lo celebramos nosotros, no lo harán otros.
Sí encontré conveniente la presencia de Rosell, Cardoner, Guardiola y Puyol en la despedida de Basora.
También fue notable que acudiesen Núñez, Montal, Laporta y Tibau. Fue entrañable poder saludar a los veteranos.

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